Nuestra película no es sólo el relato de su dramática historia, sino que es el punto de inflexión, un
empujón, el descubrimiento del comienzo de su nueva vida, aquella en la que encontró la fuerza
para superar su mayor miedo.
El miedo es un sentimiento que frena nuestro camino, encontrar el coraje para seguir adelante es
a menudo demasiado difícil, pero al no comprometernos en esta búsqueda, morimos lentamente
día tras día.
EL ALIENTO es un soplo de vida que con demasiada frecuencia damos por sentado, un susurro
en nuestro oído que nos dice que sigamos adelante y enfrentemos los problemas con valentía,
como lo hizo Francesco.
Estamos trabajando duro para lograr a través de nuestro cortometraje estimular nuestra forma de
pensar, redescubrirnos y dejar de lado todo lo superfluo que nos contagia todos los días, para dar
espacio a las emociones que realmente importan.